Por ahora no pudo romper la resistencia y al no superar el máximo anterior, la tendencia bajista sigue intacta.
La excusa que encontró el índice para no poder romper, fue el informe mensual de ventas minoristas que mostró una desaceleración en la actividad del gasto del consumidor, mientras que una lectura de la inflación mayorista mostró precios más bajos.
Tratando de adivinar cuan profunda va a ser la desaceleración, Wall Street continúa analizando las actualizaciones financieras corporativas en busca de signos de la “recesión de ganancias”. En los próximos meses los índices van a definir su tendencia en base a este indicador. Cuando lo peor esté descontado en los precios, los gráficos retornarán a la tendencia alcista.